Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. Así termina el texto de Eduardo Galeano que define a los habitantes de la calle, quienes precisamente son los beneficiados de la historia y la fundación Evangelio Viviente. Desde Neiva los voluntarios de esta fundación trabajan para hacer de estos ciudadanos una vida más digna. Dora Inés Cortes nos trae la historia completa.