La Unidad para las Víctimas y el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) unieron esfuerzos para fortalecer el desarrollo económico del campo colombiano a través de una línea especial de crédito con tasa subsidiada, dirigida exclusivamente a la población víctima del conflicto armado. Este beneficio, disponible desde el 9 de octubre de 2025, busca facilitar el acceso a recursos financieros en condiciones preferenciales, permitiendo que más familias avancen con sus proyectos agropecuarios.
El Convenio 2199 de 2025, firmado entre ambas entidades, contempla una inversión superior a $1.643 millones, aportados en su totalidad por la Unidad para las Víctimas. Estos recursos estarán destinados al subsidio de la tasa de interés, lo que significa que quienes accedan a los créditos pagarán menos intereses, ya que la Unidad asumirá hasta dos puntos porcentuales efectivos anuales (E.A.). Los créditos estarán disponibles hasta que se agote el presupuesto o hasta el 31 de diciembre de 2025.
De acuerdo con el director general de la Unidad para las Víctimas, Adith Rafael Romero, esta iniciativa beneficiará a más de 1.400 personas víctimas del conflicto armado, permitiéndoles consolidar y fortalecer sus emprendimientos en el sector agropecuario. “Con este convenio impactaremos positivamente la vida de las víctimas, impulsando su desarrollo productivo, generando oportunidades y contribuyendo al cierre de brechas en el campo colombiano”, afirmó el funcionario.
Esta línea de crédito se desarrolla bajo los lineamientos del artículo 129 de la Ley 1448 de 2011, que busca promover proyectos productivos sostenibles, dinamizar las economías locales y fortalecer la autonomía económica de las víctimas del conflicto. A través de estas acciones, el Estado contribuye a que los procesos de reparación integral tengan un impacto real y duradero en las comunidades rurales.
Con esta alianza, la Unidad para las Víctimas y Finagro ratifican su compromiso con la construcción de un campo más equitativo, resiliente y justo. La nueva línea de crédito representa una oportunidad concreta para transformar los proyectos agropecuarios en motores de reconciliación, generación de ingresos y construcción de paz desde los territorios, fortaleciendo la esperanza y la autosostenibilidad en las zonas más golpeadas por la violencia.
Escrito por: Daniel Díaz Ardila
				

